¿Qué tal? ¿Cómo ha ido el mes de abril? Este mes en Japón me he encontrado varias cosas curiosas dignas de incluir en este post pero he finalmente he decidido hacerlo temático. Hoy los animales ocupan casi todo nuestra atención. Y digo casi porque tengo una sorpresa para vosotros al final. Que nadie se adelante, que nos conocemos…
Espacio reservado para los gatos
El veterinario no deja de sorprenderme. Si el otro día le regalaban un pañuelo a Carlota después de cortarle el pelo (lo podéis ver pinchando aquí) el viernes pasado fui a entregar unos papeles y me encontré con este cartel.
Me hizo mucha gracia porque estaban por un lado los dueños con sus gatos y por otro, separados por un metro, los dueños con sus perros. Los perros enloquecidos porque querían ir a ver a los gatos y los gatos en sus transportines -nadie lo llevaba suelto- con rostros desafiantes. Era demasiado descarado hacer una foto a la sala pero creo que os habéis hecho una idea…
Un japonés paseando con su cerdo
Me encontré a este señor con su cerdo el sábado por la mañana paseando por la zona de Asakusa. La gente alucinaba y se abrió una especie de pasillo para que los dos continuaran con su paseo mientras el resto hacía fotos.
No dudo de que este señor trate bien a su cerdo y que le cuide pero pasearlo en una zona tan concurrida no me pareció buena idea. Carlota por su parte ni reaccionó; se quedó paralizada al ver una cosa tan grande y distinta paseando.
El arnés no es sólo para perro
Estoy segura de que el arnés del cerdo es para perros grandes pero lo que yo no sabía era que había arnés también para conejos. Es cierto que aquí alguna vez he visto a gente con su conejo pero metido en pequeñas cestas, nunca caminando (y menos con un arnés).
En cualquier caso, si ya creía haberlo visto todo sobre arneses…
Aquí tenéis el modelo para ratones. No sé qué decir.
Boda
Aquí tenéis mi sorpresa de hoy. Nada de animales ni de arneses. Fijaos qué guapos paseaban estos novios recién casados por las inmediaciones del Palacio Imperial montados en un jinrikisha.
Volvía a casa en bicicleta -ese es mi recorrido diario- y me encontré con ellos. Tanto la señora de la imagen con el móvil como yo, nos bajamos de la bici, les pedimos permiso y les hicimos una foto. No es habitual ver a novios por esa zona a dos ruedas. Me encantó.
¡Feliz mes de mayo!