Como todos los meses aquí tenéis algunas cositas que me han llamado la atención para compartir con vosotros.
Zapatos panda
No penséis que encontré estos zapatos en una tienda con modelos atrevidos y poco convencionales, no. Estos dos pandas estaban en el escaparate de una tienda que fabrica todo el calzado a mano. Todas sus estanterías estaban repletas de los zapatos de toda la vida; zapatos de caballero para llevar con traje y corbata, en marrón y negro pero, ahí estaban ellos, por el módico precio de unos 280 euros apróximadamente, esperando comprador.
Cepillos finos para la alcachofa de la ducha
Estamos de acuerdo en que los fabricantes de productos de limpieza no dejan de sorprendernos y nos ofrecen cada vez más y más cosas para mantener todo impoluto pero esto me ha encantado. Se trata de unos cepillos minúsculos para poder limpiar los agujeros pequeños por los que sale el agua de la ducha. ¿Alguien los conocía?
En la peluquería
Fui de acompañante y reconozco que la hora y media que pasé allí me resultó divertida y curiosa. Sí, demasiado tiempo para un chico en la peluquería pero tiene su explicación. Hablan contigo pausadamente, te ofrecen bebida, muestran fotografías, eliges champú, eliges acondicionador, luego te colocan un papel fino que huele muy bien sobre la cara para lavarte la cabeza durante un rato con masajes incluidos, después te cortan muy despacio, con mucho cuidado, te enseñan, preguntan, que si un espejo, que si otro, vuelven a lavarte, más masaje, secado, espejo lateral, espejo trasero, fin. Estuve un buen rato mirando cómo estos dos peluqueros le daban el tinte a la mujer japonesa. Lentos, sí, pero con mucha delicadeza y mimo. Muy perfeccionistas.
Estación de metro
Como en todas las ciudades con metro, hay entradas y salidas estándar pero también, alguna estación más especial. Es el caso de la parada de Harajuku. La fachada es preciosa. Muy coqueta.
Conos de médico verde
¿Os acordáis de los conejos rosas que os enseñé en Octubre en imágenes? Pues los japoneses tienen más variedad de conos. Mi último descubrimiento, estos pequeños señores verdes que me recuerdan a un médico (llevan una especie de cruz en la cabeza).