El último libro de Eduardo Mendoza en un hotel de Tokio

  • Inicio
  • Japón
  • El último libro de Eduardo Mendoza en un hotel de Tokio

El año que acabé la Licenciatura en Periodismo empecé a hacer prácticas en el Informativo de Fin de Semana de Antena 3. Aquel verano conocí a varias personas que a día de hoy son muy buenas amigas y con las que he compartido muchos momentos. También me crucé con grandes profesionales y gente fantástica con la que mantengo un contacto mucho más intermitente pero con la que, cualquier día y en cualquier situación, tengo conversaciones o encuentros sensacionales.

Hace unos meses, una de esas compañeras de Antena 3 se puso en contacto conmigo. Venía a Japón de Luna de Miel y quería plantearme algunas dudas. Hacía mucho tiempo que no hablábamos aunque no nos habíamos perdido la pista. Cruzamos varios mails a contrarreloj, intentamos reservar en uno de los restaurantes más exquisitos de sushi de Tokio, valoramos varios hoteles… Y todo listo. Japón les esperaba para ser testigos de su romántico viaje y me tenían a mi, en caso de que sucediera algún imprevisto. Como hago siempre, le ofrecí mi número de teléfono japonés y mi dirección por si querían utilizarlo para algo o lo necesitaban en algún momento. Me escribieron desde Madrid, antes de coger su vuelo y… no volví a saber nada más.

Diez días después recibí una llamada de teléfono del hotel en el que se habían alojado en Tokio. Me dijeron que si podía ir a recoger algo. Pensé que se habrían dejado alguna pertenencia e incluso me imaginé llegar a Madrid esta Navidad y quedar con ellos para devolvérselo pero, me estaba precipitando.

Recepcionista del hotel con mi paquete

La recepcionista, muy amable, me entregó una bolsita de plástico. Dando por hecho que era algo de ellos, le di las gracias por guardarlo y ponerse en contacto conmigo pero ella negó con la cabeza. «Es algo para usted», me dijo, a lo que le respondí con una cara de emoción increíble ¡Qué sorpresa! Le agradecí de nuevo su servicio y me fui, deseando llegar al ascensor para ver lo que había dentro.

Y sí, ahí estaba, “El secreto de la modelo extraviada”, ¡el último libro de Eduardo Mendoza!, un autor que me enganchó con la “La ciudad de los prodigios” hace ya bastantes años. Salí del hotel e hice la foto que vais a ver a continuación para mandársela.

El secreto de la modelo extraviada, de Eduardo Mendoza, en TokioPero había más. Una primera página escrita a lápiz llena de energía, de agradecimiento y de esa adrenalina que uno tiene cuando descubre una ciudad como Tokio. “Qué afortunada eres de vivir esta experiencia, ¡nos ha gustado todo muchísimo!… Te dejo con esta locura de pais y sus extraños habitantes, cada día aprende algo nuevo, ríe, salta, sueña.. Todo lo que pasa, conviene y, si esto te ha pasado a ti, será por algo”.

Entonces, cambié de opinión y no le mandé la foto. De esto han pasado casi dos semanas y ella no ha tenido noticias mías, no sabe que ya tengo su libro en mis manos (¡sorpresa!) porque quería agradecerle, de esta manera, este detalle tan bonito – que no hacía falta – pero que aprecio mucho, ¡me encanta que los españoles me traigáis libros!

Gracias ¡Y que vivan las Lunas de Miel niponas!

<p

¿Te gustaría comentar algo?