Hace unos días colgaba en mi cuenta de Instagram una foto de una carcasa de móvil con una gamba rebozada pegada a modo de decoración (podéis reiros, ¡a quién se le ocurre!) y a una amiga, también asidua a Maite en Japón, le llamaba la atención que todavía encontrara cosas que me sorprendieran después de casi 4 años. Pues bien, si pensábamos haberlo visto casi todo… ¡BIENVENIDOS A UN PARQUE SÓLO PARA CONEJOS!
Ya sabéis que uno de mis barrios favoritos en Tokio es Daikanyama por su ambiente, por sus pequeñas cafeterías, porque la librería más bonita de la capital está allí, por esos donuts que os he mostrado en varias ocasiones… Pero hasta ahora no me había percatado de que ese jardín que tantas veces he bordeado está vallado por una razón: para que no se escapen los conejos que allí van a disfrutar del día.
Ni corta ni perezosa me adentré en territorio conejil para preguntar a los dueños de las criaturas sobre estas instalaciones y, también, para pedirles permiso: quería inmortalizarles durante su tiempo libre.
Ya los véis, ataviados con vestidos hechos -que no adaptados- para conejos (me comentaron que hay varias tiendas en Tokio donde puedes hacerte con uno).
A la entrada estaban colocadas las bolsas de transporte y, ATENCIÓN POR FAVOR, un carro de los que usan para pasear a perros ¡pero preparado para el conejo con paja y todo!
¿Qué os parece? ¿Nos estamos volviendo majaretas? A mi me encanta que la gente sea feliz y si lo son customizando un carro, paseando su animal por Tokio y no hacen daño a nadie, ¡que vivan las personas con conejo!