Queridos lectores:
os escribo sentada frente a mi balcón rodeada con una manta enorme mientras nieva en Tokio. ¡Qué frío! Aunque no es el primer día; hace una semana también cayó una buena nevada pero la nieve no duró en las calles más de dos días. Hoy tiene la misma pinta… así que mi plan no puede ser mejor. ¿Empezamos con las imágenes de enero?
¿Qué baño está libre?
En Japón la tecnología ya sabéis que va por delante y todo lo que se pueda digitalizar, se digitaliza. Os llamó mucho la atención cuando os mostré cómo son los váteres -los de las chicas, con música incluida – pero creo que más os va a sorprender la siguiente imagen.
Sí, es lo que estáis pensando. Al igual que ocurre con muchos parkings -que te indica mediante luces rojas y verdes qué sitio está libre- aquí nos encontramos lo mismo pero en los baños. Incluso, fijaos bien, puedes elegir a qué tipo de baño quieres entrar porque sí, por un lado tienes los váteres modernos con chorritos de agua caliente, taza caliente y música pero por otro, tienes los inodoros incrustados en el sueño de antaño.
Cepillo de dientes perruno
La llegada de Carlota al mundo nipón supone que, de vez en cuando -sin saturar-, también tratemos asuntos caninos. Pues bien, en su equipaje trajimos muchas cosas pero el cepillo de dientes se nos olvidó (sí, puede parecer absurdo pero a los perros también hay que limpiarles los dientes para evitar problemas y mantener su boca sana). Aprovechamos que teníamos que comprarle comida para buscar uno y esto es lo que nos encontramos.
Los que teníamos en España eran más normales. Las cerdas eran más pequeñas que las nuestras y poco más. Este, sin embargo, tiene dos tamaños.
Uno más pequeño y otro (que lo podéis ver con más detalle en la imagen inferior) que tiene las cerdas laterales con forma circular y en le medio unas cerdas más cortitas y rectas. Me gusta mucho este cabecero. Es muy cómodo para limpiarles las piezas traseras porque cubres todo el diente de una pasada.
Ración de espagueti
¿Cómo calcular la cantidad de pasta que tenemos que echar a la cazuela para, por ejemplo, tres personas? Que levante la mano quien no haya hecho pasta, alguna vez, para un regimiento. Bien. Ese problema en Japón se ha acabado porque venden la pasta racionalizada.
Puede que exista en otros países pero yo es la primera vez que lo veo. Japón tiene este tipo de detalles en numerosos productos que aunque considero que son innecesarios, facilitan un poquito más muchas cosas del día día. ¿Otro ejemplo? Los bastoncillos para los oídos.
Cuando vienen todos juntos y apretados es complicado sacar el primero. Aquí tienen una pestaña de cartón que si tiras hacia arriba, sube todos los bastoncillos para que los puedas coger más fácilmente.
Ganchillo en los taxis
Todavía me sigue sorprendiendo subirme a un taxi y encontrarme sus asientos recubiertos parcialmente de ganchillo. ¡No me pega nada! Sobre todo porque, un dato, los taxis en Japón abren y cierran las puertas de los clientes de manera automática. «Qué avanzados son», piensas las primeras veces que te montas pero después entras y te encuentras el ganchillo…
