Japón y yo son mis impresiones, vivencias y sensaciones pero yo misma echo en falta más líneas de tradición y costumbres japonesas. Por eso hoy os quiero hablar de un elemento que empecé a ver por aquí desde el día en que llegué que me gusta mucho: el Furoshiki, el arte de envolver con una tela cuadrangular cualquier tipo de objeto para transportarlo.
Todo comenzó en los onsen – los baños tradicionales – en el periodo Nara (710 – 794 d. de C.), cuando los japoneses empezaron a utilizar un trozo de tela para guardar su ropa. Hoy en día es habitual ver a los japoneses llevar su comida dentro de un trozo de tela envuelto de tal manera que acaba teniendo hasta una especie de asa con la que portar el objeto. Aquí tenéis algunos ejemplos.
Ni que decir tiene que los beneficios ambientales son enormes. De hecho, el Ministerio de Medio Ambiente japonés ha lanzado algunas campañas para promover el Furoshiki y así reducir el uso de las bolsas de plástico. He de decir que en el supermercado, por ejemplo, nunca he visto a nadie envolver su compra en trozos de tela.
El Furoshiki puede ser de algodón, seda, nylon… y es un producto muy comercial. Esto me lleva al post anterior donde ya os adelantaba que en el establecimiento de la pastelería Mallorca en Tokio, solamente había una cosa que no era cien por cien español ¿Sabéis qué era?
Efectivamente, el Furishiki con los colores de la pastelería Mallorca. Allí mismo podías compar uno.
Para los que ya habéis estado por aquí, puede que recordéis ahora la cantidad de trocitos de tela que venden como souvenir en infinidad de sitios y que, de primeras, no entiendes muy bien. Yo pensaba que eran pañuelos o para poner en casa debajo de algo… Hasta ahora nunca lo he utilizado pero tengo uno que me regaló una profesora japonesa. Soy muy torpe para estas cosas pero si me animo os lo enseñaré.
Nos vemos en una semana ¿vale?