Cuando hace dos semanas escribí el post “Busco a 4 españoles con los que cené en Tokio“, mi única esperanza era que alguno de ellos entrara en el blog y se encontrara con su foto. Podían pasar semanas, meses incluso, hasta que dieran señales de vida pero gracias a todos vosotros y a vuestro manejo de las redes sociales, ¡en menos de 13 horas estaban localizados!
Como siempre, publiqué el post en Twitter y en Facebook. Cuatro horas más tarde me fui a dormir sin noticias, con dos retuits y dos compartidos. Mi sorpresa llegó cuando al despertarme miré el móvil y me encontré con decenas de notificaciones ¿Qué había pasado en esas 13 horas?
Mi tuit había sido retuiteado 19 veces pero a su vez varios tuiteros (como @Latanace) mencionaron mi publicación recibiendo así más retuits y llegando a un número mayor de usuarios.
Pero las reacciones no se quedaron ahí. El post llegó a Quique, (@yvoictra), casualmente, compañero de clase de Dani (¡uno de mis cuatro españoles en búsqueda!). Pendientes, como podéis ver, otros usuarios como Germán (@the_heruman).
Inmediatamente Dani me escribió por la misma red social mencionando también los perfiles de Carolina y Javi.
Y Javi también se animó a escribirme por Twitter (¿habéis visto qué elegante está con pajarita?)
Lógicamente, de la red social pasaron a Whatsapp (porque ellos sí tenían mi contacto) y por fin pude recuperar sus números de teléfono.
¿Qué os parece? Increíble, ¿verdad? Primero por la manera en la que nos conocimos, segundo por la manera de buscarlos y tercero por la reacción y el final tan divertido que ha tenido. Todavía me provoca una sonrisa cuando pienso en esta historia.
Y, una vez más, me quedo con la gente tan maravillosa que se cruza en mi camino; desde Esther, Carolina, Javi y Dani, pasando por todos los que me ayudaron en la búsqueda internauta sin olvidar a los que me acompañáis en mi vida nipona gracias a Japón y yo (sigo sonriendo).
Por cierto, Quique -el compañero de clase de Dani- tuvo una idea…
Y aunque no creo que lo haga, reconozco que he utilizado la historia para mi última presentación en la clase de japonés y ¡les encantó!