Nuestra tortilla con sus palillos

2013 no es un año cualquiera ni para ti español que me estás leyendo ni para ti japonés que estás aprendiendo castellano y visitas este blog para practicar. Este año es especial porque hace 400 años que “empezó nuestra relación”. En 1613 la Embajada Keicho, con el samurai Hasekura Tsumenaga a la cabeza, cruzó los océanos Pacífico y Atlántico rumbo a España e Italia. Querían establecer nuevas relaciones comerciales. Entonces no fue posible pero supuso un paso significativo para las relaciones bilaterales hispano-japonesas. ¿Sabíais, por ejemplo, que Toledo está hermanada con Nara, la ciudad de los ciervos desde 1972? Tenemos más lazos de los que imaginamos… Y por eso, por los 400 años, celebramos -hasta junio de 2014- el Año Dual España-Japón (aquí tenéis todas las actividades previstas en España).

En Japón hemos tenido exposiciones, conciertos, conferencias… todo relacionado con España y con una gran respuesta por parte de los japoneses pero… vamos a ver, una cosa, pongámonos serios: los españoles no podemos celebrar 400 años sin una fiesta como dios manda ¿no?

¡Olé! ¡Olé! ¿Para qué esperar? La fiesta se ha celebrado este fin de semana en el parque de Yoyogui (uno de los más importantes de Tokio) con, según la organización, más de 140.000 personas (más que en Soria capital y provincia).

Como podéis ver en las fotos, hubo espectáculos de flamenco (con japonesas que bailaron estupendamente -hay numerosas academias aquí) y más actividades culturales pero lo que hizo que la convocatoria fuera un éxito fue nuestra gastronomía. Decenas de puestos con comida española a la que los japoneses no se resisten. Los que vivís aquí o habéis visitado Japón sabéis que no les importa hacer cola para lo que sea (son pacientes)… pero, por si había alguna duda, este fin de semana quedó claro.

Entre 15-30 minutos para comprar una ración de paella, un platito de jamón o unos churros. ¡Nunca imaginé que a los japoneses les gustaran tanto los churros!

Y no, la tortilla de patata no faltó.

Había varios puestos con tortilla española pero en el de la foto estaba la mejor tortilla de Tokio (y no, no lo digo yo). Quiero que conozcáis a Misaki Sato (en la imagen, con gafas y cazadora negra). Se presentó a un concurso que organizó aquí el Instituto Cervantes y el jurado consideró que su tortilla era la mejor. ¡Vaya tela! Un concurso de tortilla española con españoles entre los participantes y gana un japonés… Bueno, hay que decir que Misaki Sato estuvo un año viviendo en Logroño y aprendió mucho de nuestra gastronomía. De hecho, si venís por aquí, os animo a que lo comprobéis. Regenta un bar de tapas, el Misakinchi, en Akasaka (barrio tokiota) y la especialidad es… ¡la tortilla!

Todos los fines de semana son geniales (y muy intensos) pero este ha sido especial. Los japoneses vinieron a nuestra fiesta, hablamos castellano, compartimos raciones de jamón, brindamos con vino español, nos hicimos muchas fotos… ¡se mostraron tan cercanos! pero eh, la tortilla, nuestra tortilla, con sus palillos. 

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