Cerramos el mes de octubre con una buena noticia, ¡estamos de estreno! La franquicia española Lizarran ha abierto su primer establecimiento en Japón, concretamente en Tokio. Tapas y pinchos en el centro de la capital nipona con la misma esencia y calidad que cualquier Lizarran de España. Y oye, que a mi me encanta la comida japonesa pero unas tapitas de vez en cuando vienen estupendamente.
Estuve pocos días después de su apertura y a la entrada me encontré con decenas de centros florales con carteles.
No me pilló por sorpresa pero hasta ahora nunca os lo había contado en el blog. Es habitual que manden flores a los negocios que inician andadura. A veces en los locales no hay sitio para las flores y te encuentras, por ejemplo, con toda la acera de la fachada de un bar repleta de centros florales. ¡Suerte!
Entradas de recuerdo
A veces hay lugares maravillosos que empiezan a ser maravillosos desde el momento en el que tienes la entrada en la mano. Es es lo que me pasó cuando compré el ticket para entrar en el jardín de bambú, (la imagen de la izquierda) ¿os acordáis? El tacto del papel es especial y esa sencillez, ese dibujo captaron mi atención… me encantó. Ese mismo día también visité el Gran Buda de Kamakura. Como veis la entrada no tiene nada que ver, no tienen tanta esencia aunque como marcapáginas es fantástico.
NOTA CURIOSA. «Marcapáginas» no aparece en el diccionario de la Real Academia Española.
Macetas en las obras
Muchas ciudades de Japón están permanentemente en obras (cuando no es en una calle, es en la paralela) y es habitual encontrarte esos espacios tapados con unas láminas blancas como las que veis en la imagen. Lo curioso en esta obra de Fukuoka, al sur de Japón, es que han colocado macetas en esas láminas. Detalles.
Chucherías en Japón
Adoro todos los tipos de chucherías: regaliz, mora, lengua, nube… Para ver una película, dar un paseo o tomar algo eran el complemento perfecto. Ahora, eso ha cambiado. Si en España te encuentras una tienda casi en cualquier esquina, aquí es bastante difícil. En Tokio sólo he visto una. Entré el otro día, salí con algunas provisiones y ¡casi 10 euros menos! Por esa misma compra, en España, habría pagado unos 3 euros.
¿Otra diferencia? El vestuario de las trabajadoras. No me las imagino así en España…
Un té y un lago y un jardín y edificios
En Tokio hay numerosos jardines por los que pagas una entrada simbólica a los que ir a pasar un rato y disfrutar de su naturaleza. Uno de ellos es el Jardín Hama-rykui, cerca del famoso Mercado de pescado de Tsukiji.
Rodeado de imponentes edificios es un parque precioso, con pequeños puentes, caminos, bancos y con un lugar privilegiado para disfrutar de un té. Ahí tenéis, en el lago, una casa de té fabulosa donde descansar y disfrutar de la paz del lugar.
FELIZ MES DE NOVIEMBRE