En un país como Japón donde hay de todo lo que te puedas imaginar (y de lo que no, también) podría parecer inverosímil el título de este post pero ¿y si os digo que unos chicos españoles han conseguido traer el padel a Japón?
Hace casi 10 años que Marcos Cartagena, alicantino, empezó a aprender japonés mientras estudiaba Ciencias Empresariales en la Universidad. Viajó en varias ocasiones a Japón y perfeccionó el idioma; ya entonces sabía que su futuro laboral estaría relacionado con este país. Inquieto y siempre dándole vueltas a la cabeza buscando productos españoles que pudieran encajar, a su hermano se le encendió la bombilla y se le ocurrió que el padel podría funcionar. «Lo siguiente fue averiguar si ya existía el padel en Japón. Al comprobar que no había ni una sola cancha, tomamos una decisión que cambió nuestra vida profesional de forma radical —me cuenta Marcos—. En un tiempo record nos reunimos una serie de personas y empresas con habilidades propicias para llevar a cabo este proyecto. Dimos de alta una empresa en España y nos embarcamos en una aventura que hasta ahora lleva 1 año y medio dándonos muchísimo trabajo». Trabajo que hoy, podemos decir, empieza a dar sus frutos porque muy cerca de Tokio ya están construidas las dos primeras pistas de padel en Japón. ¡Ahí es nada! Instalaciones que este fin de semana han acogido su primer torneo: I Japan Padel Open.
16 parejas formadas por españoles -la mayoría- y por algunos japoneses que se animaron a participar en un campeonato que duró casi todo el día y que hizo que pasáramos una jornada muy entretenida. Disfrutamos, además, de la compañía de japoneses que vinieron a coger por primera vez una pala de padel y a tomar su primera clase. Encantados, por cierto (ya hay grupos asistiendo a clase).
¡Aquí tenéis a los finalistas! Sin duda, foto para la historia. Dentro de 20 años cuando todos los japoneses guarden en el maletero de su coche una raqueta de padel se preguntarán ¿quiénes fueron los ganadores del primer torneo de padel celebrado en Japón? Buscarán entonces mi blog (podéis reiros) y encontrarán toda la información.
La pareja ganadora fue la formada por Fernando Picazo y Rafael Moyano. Los dos viven en Tokio. Fernando, más conocido como “Chiqui”, es biólogo, de Albacete. Cuando acabó su doctorado en Biomedicina, el Gobierno de Japón le dio una beca. De eso han pasado ya 3 años y me parece que van a ser muchos más. Ahora trabaja como científico en el RIKEN Brain Science Institute. Rafael, madrileño, lleva menos tiempo. Vive aquí desde hace un año (previo paso -otro año- por Singapur). Es el Director Financiero de Adecco en Asia. El partido estuvo reñido y disfrutamos de grandes puntos por eso es justo que conozcáis, también, a los subcampeones: Koyi Nakatsuka y Miguel Rodrigo. Sobre Koyi, ¿cómo puede jugar tan bien al padel si hasta ahora no tenían ni una pista? Bueno, tiene truco. Koyi vive en este momento en Japón pero nació y vivió 25 años en Paraguay donde aprendió a jugar (sus padres, japoneses, se fueron a vivir allí después de la Segunda Guerra Mundial); habla un castellano perfecto, es empresario. A Miguel, su pareja de padel, sé que alguno le conocéis. Valenciano (granadino de adopción), es el seleccionador japonés de futbol sala desde 2009. El año pasado ganaron la Copa de Asia. Es «un grande» que en Japón tiene el respeto y la admiración de todos.
Puede que este último párrafo no fuera necesario, que el perfil de los finalistas os sea indiferente pero es una manera de contaros con qué gente me encuentro un día cualquiera (en este caso, durante un torneo de padel). Japón me está aportando cosas increíbles; su cultura, su comida pero también la experiencia de conocer a personas con perfiles muy variados. Quizá la vida y la historia de los japoneses que conozco no me sorprenda tanto pero sí la de la gente extranjera que vive aquí. Científicos, artistas, psicólogos, ingenieros, estudiantes… turcos, coreanos, franceses, canadienses, indios… unos chicos españoles que se proponen traer el padel a Japón y lo consiguen … y una soriana que os cuenta todo lo que vive en Japón y yo.