¿Y si me voy a España dos semanas?

Ya son más de dos años y medio viviendo aquí y aunque sé que estoy de paso – que mi vida nipona no va a ser eterna – pasa el tiempo y siento de manera notoria que donde debo estar ahora es en Japón. Me encuentro muy bien, me he adaptado a este otro mundo desde el primer día, quizá porque me vine con la tranquilidad de que si un día no era feliz, haría las maletas. Es un placer vivir así en en un país que no es el tuyo. Sin duda, esa ha sido la clave: sentir que si estoy en Japón es porque yo quiero, porque yo lo he decidido, no por obligación. E, igualmente, no viviré aquí ni un día más de lo necesario. ¿Queda mucho? Puede que otros dos años…

Sentir de manera temporal que mi sitio está en Tokio y recibir ese sentimiento tan satisfactoriamente tiene que ver con los padres y la hermana que tengo. Suma mucho estar tan unidos y permanecer todos en bloque para que no se caiga ningún ladrillo pero, por muy fuertes que seamos, dos veces al año tenemos que vernos y, como siempre decimos, con tiempo de calidad. Navidad suele ser una fecha señalada y la otra depende, pero el verano es idóneo. Por eso justo hoy me voy a España dos semanas. Con muchos planes, todos cargados de gente, pero sabiendo que 15 días allí me pasarán factura emocional. Vas con mucha fuerza, con todo claro, y los primeros días sientes que te quieres volver, piensas ¿qué demonios hago en Japón? Pero a la semana observas como la gente, tu gente, sigue con su vida, su rutina, su trabajo… ¡Lo normal! Y te das cuenta de que tu día a día no está ahí. Es algo obvio, lo sé, pero pasas de verte allí de nuevo a no encontrar sitio para ti para finalizar abrazando a tus padres y hermana como si fuera la última vez. Embarcas llorando. Te haces mil preguntas durante el despegue. Planeas de dos minutos tu vuelta. Y cuando ya no estás sobrevolando territorio español, tu interior se calma. Se prepara para volver a Japón, a tu casa diminuta, a tu vida, a la que has elegido y a la que te hace tan feliz. Tan feliz que te permite ir a España pletórica y volver, un poco inestable, pero con ganas de afrontar lo que venga.

De todas formas, me estoy apresurando, no sé cómo será en esta ocasión. ¿Os lo cuento en unas semanas?

¡Feliz vida!

¿Te gustaría comentar algo?